sábado, 26 de septiembre de 2009

ELEGÍA

ELEGÍA


Brotando de una rosa roja
una gota de sangre blanca
y una espina
que se hunde
en lo más hondo de mis entrañas.
Y un duro sol que no calienta
sobre un cielo negro oportunamente
vestido para la ocasión
de puñalada. Saliendo de una rosa roja
una oruga tarambana
borracha de olor y cielo,
dibujando en la mañana
un gemido de terciopelo.

Después de tanto correr
la vida me fue alcanzando
tan despacio,
que cuando quise darme cuenta
de lo que estaba pasando,
ya no había rosa
ni oruga ni sol ni nada,
ya no había gota de sangre,
sólo un vago rumor
de puñalada.


Autor Custodio Tejada