sábado, 3 de octubre de 2009

RIMAS DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER



RIMAS de GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


Del salón en el ángulo oscuro,
de sus dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!



__¡Ay! __pensé__. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “¡Levántate y anda!”

De “Rimas”, GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
Mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

De “Rimas”, GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
A LA MUERTE DE UN NIÑO

Fue la gota de rocío
que diera la aurora al suelo
para mayor atavío;
que al herirla en sol de estío
en vapor tornóse al cielo.

De “Rimas”, GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


XXIII

Por una mirada un mundo;
por una sonrisa , un cielo;
por un beso…, ¡yo no sé
qué te diera por un beso!

De “Rimas”, GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER