sábado, 30 de julio de 2011

TATUAJE

TATUAJE

No tengo suficientes palabras para contarlo. Quizá por eso he preferido hacerlo a través de un microrrelato. Cuando uno se enfrenta a un papel en blanco el pensamiento zozobra como un barco antes de hundirse en las profundidades marinas. El ritmo cardiaco se acelera y la mente parece un pozo sin fondo en el que sólo se oye el vértigo de la caída. Nadie puede imaginar lo duro que resulta escribir la primera frase, casi lo mismo que la segunda. Una vez que te adentras en la selva del abecedario los miedos te acechan detrás de cada coma; el rugido de una puntuación estridente te acongoja imaginando que detrás de los matorrales ortográficos te aguarda una fiera famélica dispuesta a devorarte. El hambre es el hambre y no respeta a nadie. Por eso cuando escribes el punto final de un relato el papel parece una piel llena de tatuajes.

Autor Custodio Tejada