domingo, 16 de mayo de 2010

LA HORMIGA


LA HORMIGA

Desde la profundidad de la tierra una hormiga entretiene su pensamiento mirando a través de la claraboya de su hormiguero. El invierno es tan largo que tiene tiempo para satisfacer los caprichos de la reina pero también para dedicarse a sus inquietudes más metafísicas. En sus antenas puede sentirse el orgullo del deber cumplido y el calor del trabajo bien hecho, incluso el bostezo del descanso merecido. De todos sus pensamientos hay uno en especial que le quita el sueño. Lleva varias noches oteando el horizonte mientras piensa si serán las estrellas y los planetas granos de trigo de una gran despensa de la que se alimenta Dios en su peregrinar por el Universo; o si más bien serán arsenales de rabia que Lucifer devora con fruición para recrear una y otra vez el final de los tiempos. Sea lo que fuere, la hormiga, tras un largo trance místico, destapa el hormiguero y comienza otra campaña de recolección acompañada del canto amigo de una nueva cigarra. Ahora no le queda tiempo para mirar el cielo.


Autor Custodio Tejada