ENTREVISTA
CON EL FANTASMA de Eduardo Moreno Alarcón.
Editorial
Autores Premiados. 13 capítulos y un epílogo y 105 páginas.
Para conocer la verdad literaria
a veces hay que rescatar del olvido a autores
y libros, esos que a veces se esconden y no transcienden la voluntad de
los mercados o las cátedras, ni la bendición mediática del establishment establecido. Hay que buscar libros y autores por
otros cauces y otras vías que no sean siempre las mismas, las que el negocio y
sus allegados nos imponen a la fuerza, vía escaparate o vía suplementos
culturales. Comprar el libro de un autor desconocido, publicado en una
editorial pequeña y de una tirada quizá no muy extensa, quizá sea el acto más
subversivo que puedes realizar en este mundo tan literariamente preconcebido y
lleno de catálogos mayúsculos. A veces sienta muy bien salir de los circuitos y
dejar que nos guíe la diosa casualidad para encontrarnos con un autor y una
obra que no desmerece los planteamientos de la buena literatura, al contrario,
sorprende y encandila en su anonimato. Y este es el caso de Eduardo Moreno
Alarcón y su novela Entrevista con el fantasma. “En ocasiones, ciertas fuerzas
ocultas nos empujan en dirección opuesta al rumbo prefijado en nuestra mente”
se dice en la página 70, y nos dejamos llevar a la hora de elegir un libro o un
producto cultural, quizá porque la etiqueta “Bestseller” pesa mucho y no hay
nada mejor que consumir lo que cuenta
con el beneplácito del gran público.
Eduardo
es un autor de pluma ágil y prosa cuidada, no exenta de cierto barroquismo, en
la que intercala expresiones cotidianas de la calle con construcciones más rebuscadas.
Preciosista en sus acabados trabaja la prosa como un orfebre, colocando palabra
tras palabra con suma precisión y elegancia. Recomiendo una lectura pausada
para degustarla en toda su extensión. Entrevista con el fantasma está a camino
de una novela corta o de un relato largo. Eduardo la define como “una historia
delirante de fantasmas extremeños”. O como se dice en la contraportada “Esta es
una historia de fantasmas poco inquietante, que busca la provocación mediante
un humor negro e irreverente… que parodia los clichés del género de terror.” El argumento avanza con un planteamiento
clásico de exposición, nudo y desenlace, con un final que sorprende y te
arranca una última sonrisa algo sarcástica que “bordea la inasible eternidad”
“en una dimensión sin días ni noches” y con ciertos dejes moralizantes. Este
libro tiene un acicalado carácter lírico, la poesía corre también por las venas
del autor y la novela así lo demuestra. Me recuerda en alguna medida a Gabriel
Miró pero también a Góngora, por su cuidado y exquisito lenguaje y por su
elaborada prosa, sinestesias entre autores llamo yo a esto.
“Y es que una cosa es la
teoría y otra muy distinta la práctica” –se dice en la página 59. Y es cierto. Pues
aquí, el autor sale airoso de ese trance y puede sentirse satisfecho con el
resultado conseguido. Ya que en Entrevista con el fantasma hay “algo que podría
tildarse –y no les exagero un ápice- de milagro prodigioso” (página 68), de
lectura amena y divertida y de obra literaria.