miércoles, 12 de marzo de 2014

IBN AL-ZAQQAQ

IBN AL-ZAQQAQ


Daban aromático perfume, otro nuevo licor vino a añadirse,
prensado por sus ojos, por sus dientes.
Me embriagué por tres veces:
de su copa, de su saliva y de sus ojos.


IBN AL-ZAQQAQ






IBN AL ZAQQAQ




EPITAFIO DE SÍ MISMO

De vuestro lado me robó la muerte,
inexorable ley de los humanos.
En ella os precedí; pero, a la postre,
no tardaremos en hallarnos juntos.
Decid, por vida vuestra y por mi sueño:
¿No fue nuestro vivir una delicia?
Ore por mí quien por mi tumba pase,
y pague a la amistad la fe jurada.

LA MIRADA

Los ojos de ese ciervo me asesinan.
Su languidez mi languidez provoca.
Desnuda sin cesar para matarme,
la espada son que solo envaina el sueño


IBN AL-ZAQQAQ