LA PESADILLA
Hace varias noches que una
pesadilla me despierta a la misma hora. A las tres en punto de la madrugada una
voz ronca me susurra al oído un nombre que no conozco. Entre sueños una mano fría me acaricia
el rostro. Inmediatamente después veo un rascacielos en llamas y una multitud
sin ojos que deambula de un lado para otro buscando un lazarillo que la
guíe. El cielo no es azul, se ha vuelto
de un rojo intenso casi color de sangre. El aire huele a podrido. Es difícil
respirar y mantener la calma. Hay muchos cadáveres amontonados en las aceras. Voy
andando por un pasillo largo de hospital cuando me encuentro con un muerto tumbado en una camilla. En el
pecho lleva tatuado mi nombre y una frase que dice: ¡Tú eres el Mesías,
sálvanos!
Autor: Custodio Tejada