FRACTURAS,
poemario de RUBÉN MARTÍN DÍAZ
En
el libro Fracturas, Rubén Martín Díaz, nuestro poeta de Albacete, actúa como un
notario que levanta acta y da fe de la vida con su escritura, ya sea en verso,
versículo o en prosa poética. Dice en la página 21: “Yo acepto el mundo tal y
como viene/ y recojo las migas que ese rayo de sol/ arranca de las nubes y
vierte en transparencia”. Un testimonio cotidiano que se hace palabra como
forma de atrapar el instante y su consuelo. Dice en la página 42: “Pequeña
piedra, / a ti, sola materia que retienes/ la luz en el instante de mirarte/.
El poeta está “pensándose, sintiéndose, escribiéndose”, vertiéndose en cada
poema y en cada palabra, como lo hace un pájaro en el cielo con su vuelo. Dice
el poeta en la página 36: “Al fin y al cabo, yo estoy en las cosas/ y me pienso
al pensarlas/. ¿Qué sería del poeta Rubén Martín Díaz sin la palabra? No se
puede concebir la existencia del poeta sin el verbo ni la memoria, que, “como
un acto reflejo de la vida” se funde con sus versos hasta poner en orden sus
latidos y sus pérdidas, porque en el poemario Fracturas, Rubén Martín Díaz se
ha hecho “luz en la palabra luz” como un hombre libre que muere y se derrama en
el poema, que es en definitiva quien escribe al poeta, y no al revés.
Custodio
Tejada
8
de Agosto de 2016
FRACTURAS de RUBÉN MARTÍN DÍAZ