RINZENMUSEUM
Nuevo poemario de Custodio Tejada.
Arte,literatura y pensamiento.
“EL MILAGRO DE LAS ROSAS”, “LA FUENTE ESCONDIDA” y “UN PASEO POR ÍTRABO Y SU HISTORIA” de Marcelino Arellano Alabarces. Por Custodio Tejada
“EL
MILAGRO DE LAS ROSAS”, “LA FUENTE ESCONDIDA” y “UN PASEO POR ÍTRABO Y SU
HISTORIA” de Marcelino Arellano Alabarces. Tres libros: novela, poesía e
intrahistoria, respectivamente (150, 182 y 116 páginas). Todos publicados en la
Editorial Granada Club Selección - Granada Costa, años 2023-2024, y presentados
el día 6 de abril de 2024 en Ítrabo, Granada. Un claro ejemplo de autor
prolífico. La novelita, con un toque naif, te sorprenderá. No solo de obras
maestras vive el lector. El cementerio de los olvidos está lleno de libros que
no tuvieron el reconocimiento que merecían, otros hay que reconocer que tanta
paz llevaron como dejaron. Para leer un libro no hace falta que sea el mejor ni
el más recomendado. Un lector no es un cazatesoros.
En
esta era de los ecos en la que vivimos y donde lo que no interesa lo
convertimos en bulo y lo políticamente correcto lo transformamos en dogma, leo
en el muro de Facebook de Justo Sotelo que decía el profesor universitario,
escritor y crítico literario Santos Alonso: “No me gusta el mercantilismo de
las grandes editoriales ni las novelas –digestivas-, en el sentido de que se
comen, se digieren y se evacúan. ¿Es que la calidad de una obra se cifra en su
número de ventas?” Y yo hablaría también de la utilidad de los libros. Hay
lecturas que en un momento dado, independientemente de su calidad literaria,
son útiles al lector por impensables circunstancias que le vienen como anillo a
un dedo. Y eso solo se descubre cuando se lee. Si solo leemos lo que nos
recomiendan como “excelente y mayúsculo” nos perderemos muchas sorpresas
lectoras y quizá estemos siendo engañados en bastantes ocasiones. Más vale caer
en gracia que ser gracioso o pertenecer a un grupo que ser un autor solitario.
En el camino del canon y los “best
sellers” hay muchos intereses creados, incluso puede que hasta algún
espejismo. El paseo que se sale del camino trazado a veces resulta apasionante,
es cierto que otras puede ser un desastre. Los lectores tenemos que asumir
riesgos, aunque nos equivoquemos.
Hoy nos convoca y nos reúne aquí, en esta opinión
lectora, un autor como Marcelino Arellano Alabarces, un hijo ilustre de Ítrabo,
un pueblo de la Costa Tropical granadina, que salió en su adolescencia para
buscarse la vida como tantos hijos de Andalucía, pero que vuelve a su patria
chica cada vez que puede, porque lleva a Ítrabo en lo más profundo de su
corazón. Si algo diferencia a los seres humanos de otros seres vivos es que al
primero le gusta vivir en el lenguaje, momificarse en la palabra, habitar las
páginas escritas, recorrer el camino de tinta que son los renglones. Y ése es
el hábitat que ha elegido Marcelino Arellano para existir y perdurar, unas
veces en el ecosistema de la poesía, otras en el ecosistema de la novela, otras
en el relato, el artículo e incluso en la intrahistoria, pero siempre en torno
a la literatura como método o manual de supervivencia, como un crossover o todoterreno literario. Podría decirse que la poética de Marcelino es
una poética de testimonio, por lo que tiene de testigo y por lo que guarda de
memoria individual y colectiva. A Marcelino podríamos inscribirlo entre ese
tipo de autores que llamamos prolíficos. De hecho, cuando me pidió que le
presentara en su pueblo, me remitió dos ejemplares, una novelita “El milagro de
las rosas” y un poemario “La fuente escondida”, y me dijo que para esa fecha
estaría publicado también “Un paseo por Ítrabo y su historia”. Un hat trick literario, una presentación en
cadena. Ese es Marcelino, un ser que se
hace palabra sin descanso, en avalancha, como un torrente impetuoso.
Dice Antonio Muñoz Molina que la novela corta es tal vez
la modalidad narrativa en la que mejor resplandece la maestría, pues en ella se
encuentran “a la vez la intensidad y la unidad de lectura del cuento y la
amplitud interior de la novela”. Ni yo soy quién ni me corresponde a mí apuntar
si es o no una obra maestra o mayúscula “El milagro de las rosas”, pero sí os
puedo asegurar con mi opinión de lector, y así lo comparto, que es una historia
que no te dejará indiferente, de lectura amena y rápida, entretenida y
emocionante, como si de una literatura o novela naif se tratara. Es importante
advertir que no solo de obras maestras vive el lector. Me he sentido a gusto
leyéndola y me ha gustado. Por supuesto que no voy a hacer “espoiler” o destriparla, pero sí
intentaré motivaros y acrecentar vuestro interés por la lectura de “El milagro
de las rosas”. El autor nos transporta a la Guerra de la Independencia y a la
lucha contra el francés. Refleja un momento de nuestro pasado que va más allá
de lo histórico para refugiarse en lo emocional. Su argumento te cautivará por lo
sorprendente del resultado. En ella encontraremos amor, venganza,
remordimientos, mucha acción, orgullo, honor, bondad, fe, justicia… muchas
emociones y un milagro lleno de rosales, todos los ingredientes para pasar un
rato fabuloso y fantástico nunca mejor dicho. Con un personaje protagonista
como es Luisillo que, evoluciona sorprendentemente a lo largo de la novela. Es
una historia bien hilvanada y cosida que enternecerá vuestro pecho lector, y al
terminar su lectura comprobaréis que “una ardilla corriendo trepará por el
tronco de un pino” y por esta opinión lectora, sin otra pretensión más sublime que
la de haber pasado una buena tarde.
“El
milagro de las rosas”, con 150 páginas y XIV capítulos, es una novela corta,
una novelita con un argumento muy condensado, con un tempo rápido y diálogos
vivos, fechada sobre 1810, con el marco de fondo de la invasión francesa de
España por parte de las tropas napoleónicas, nos plantea una trama que nos
sorprenderá conforme vayamos avanzando en su lectura, con diálogos que nos introducen
en aquella época convulsa. El narrador cumple con su papel de testigo y permite
que sea el diálogo de los propios personajes el que dé la amenidad lectora y
permita que evolucione el argumento. El propio autor me dice por teléfono que
“ha buscado acercarse a la sencillez a través de los diálogos”. Todo transcurre
en Bienestar del Río, que es como se llama el pueblo donde viven los personajes:
Don Jacinto el cura, Nicómedes el sacristán, Indalecio Malapata el ventero, el
matrimonio Gonsalves, Dolores la madre de Luisillo, el comandante Antoine, el
teniente Lope, el corregidor Práxedes Jiménez de Tejada, Frascuelo y su
partida, Eusebio Carrascosa y su esposa Mercedes Utrillas, sus hijas Marina y
Herminia, el arzobispo… etcétera. La idea principal o el leit motiv de la obra podríamos decir que es el arrepentimiento y
la expiación. La primera parte de la novela se presenta como una novela de
aventuras y acción, que pareciera histórica (aunque es una historia inventada
por el autor), y acaba siendo casi una novela fantástica que recuerda aquellas
novelillas antiguas que contaban la vida, obra y milagros de los santos. Pasarán
un rato entretenido con su lectura. Algunas erratas se habrían subsanado con
una mejor corrección en las galeradas.
Respecto a su poemario: “La fuente escondida”, decir que,
son 182 páginas y 97 poemas, más dos conjuntos de frases o aforismos llenos de
emociones y sentimientos. La temática principal o la piedra angular de su
poética son el amor y el desamor. Como nos dice Carmen Carrasco en su prólogo: “La
fuente escondida” en su primera parte “es un compendio de versos libres
generalizando temas tan atractivos como la naturaleza, los ríos, las fuentes,
su pueblo, al que el autor canta con amor, pero sin chauvinismo, a las rosas, a
su infancia, a las costumbres… y en la segunda parte del libro… unas frases muy
acertadas que, de seguro, harán pensar y reflexionar al lector”. En cuanto a
“Un paseo por Ítrabo y su historia” nos esperan 116 páginas de intrahistoria,
con fotografías, anécdotas y recuerdos que el autor ha ido recopilando de su
pueblo y que ha escrito como una especie de ofrenda a sus paisanos y a su
origen. El autor, Marcelino Arellano, sabe de dónde viene y por eso no teme
adónde la vida lo lleve.
Para concluir quiero
citar al protagonista Luisillo que con su olor a rosas dice en la página 113 de
la novelita: “Déjalos que toquen mi hábito, si eso les da consuelo. La fe hace
milagros”, y yo os digo que lean y toquen esos libros que no tienen tanta
prensa ni reseñas o halagos, que son casi invisibles, que también os darán
consuelo y entretenimiento, porque la lectura también hace milagros y sorprende
donde menos lo esperas. No solo de obras maestras vive el lector. El cementerio
de los olvidos está lleno de libros que no tuvieron el reconocimiento que
merecían, otros hay que reconocer que tanta paz llevaron como dejaron. Para
leer un libro no hace falta que sea el mejor ni el más recomendado. Un lector
no es un cazatesoros. Todos los libros tienen algo singular dentro que merece
la pena ser descubierto. Os invito a que seáis aventureros y a que remontéis el
Amazonas de las carteleras, los listados, las estanterías y los suplementos
literarios para buscar otras alegrías lectoras, aunque no sean los cien mejores
libros de la historia.
Opiniones de un lector.
Custodio Tejada.
6 de abril de 2024
En Todoliteratura
En Granada Costa
LA IMPORTANCIA DE TU NOMBRE de Clara Peñalver. Por Custodio Tejada.
Opiniones de un lector. Por Custodio Tejada.
LA
IMPORTANCIA DE TU NOMBRE de Clara Peñalver. Novela, Thriller. Penguin Random
House Grupo Editorial. Escrito en papel certificado por el Forest Stewardship
Council procedente de fuentes responsables. 348 páginas de “un inquietante
thriller” que te atrapará con su estremecimiento y el poder seductor de su
telaraña con grandes dosis de suspense, pero también por la fuerza de su
cotidianidad en forma de reflexiones y escenas que captan un espíritu de época.
Distintas partes, como secuencias o capítulos, nos esperan en sus páginas. Una
introducción bastante lírica precede la parte primera. Luego, “Primero. Un
presente inesperado”, ”Segundo. La importancia de llamarse Ernesto”, “Tercero.
Dentro del laberinto”, “Cuarto. ¿Qué eres tú para él”, “Quinto. La
desaparición”, “Sexto. With or without you”, “Séptimo. La importancia de
llamarse (H)Elena”, “Octavo. Contigo” y un Epílogo. En una de sus solapas
leemos: “La crítica ha dicho: <“Una
historia trepidante” –La Vanguardia. “Una novela adictiva que necesitas leer
hasta el final” –Librería Picasso. “Atención a Clara Peñalver: Es una escritora
que ha venido para quedarse” –Fernando Marías>. Una novela que te absorbe como un reloj de
arena mientras la lees, que te engancha a su prosa precisa y a su trama
inquietante desde el principio. Pocas
veces tiene uno la ocasión de conocer y presentar a la autora y a su libro y
luego escribir una opinión lectora. No voy a hacer espoiler. Esas emociones
siempre se quedan dentro del lector, guardadas con delicadeza en su memoria
literaria. Sí tengo que advertir que esta opinión lectora tiene algo de presentación
reconvertida en reseña.
Dejó
dicho Edgar Allan Poe que “las palabras
no tienen poder para impresionar la mente sin el exquisito horror de su
realidad.” Si buscamos en la red encontraremos que lo que caracteriza a un
thriller es la “alta tensión emocional y una trama llena de giros inesperados”.
Cuando te invitan para dirigir la presentación de un libro y a un autor, lo que
uno intenta es ser el mejor telonero posible que pone el foco en lo importante sin
eclipsar en ningún momento lo que va a suceder después. Esa es su misión
sagrada, la de extender la alfombra para que desfile la verdadera protagonista
de la función: la obra que presenta y su autora. Una opinión lectora va más
allá, busca ahondar en la esencia de la escritura y en el autor.
Todo
nos viene dado por la palabra, que es el comienzo de todo, el origen, pero
también el camino. El poder de los nombres, en muchas ocasiones, determina la
concepción que tenemos del mundo. Nomen
est omen, decían los clásicos, frase atribuida al escritor romano de teatro
Plauto, que puede traducirse como “el nombre es presagio o destino”. Los
números también hablan a su manera. Así que empezaré por el principio, por el
nombre completo de la autora que hoy tenemos aquí y su fecha de nacimiento.
Clara
Peñalver Jurado nació en Sevilla, el día 23 de abril de 1983, fecha en la que
se celebra el día del libro, un día simbólico para la Unesco: “ya que ese día
en 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega”
(Datos que aunque no son exactos quedan bonitos). La autora se considera muy
afortunada por celebrar su cumpleaños en el día del libro, quizá fue un
presagio o una especie de bautismo. Es licenciada en Biología, escritora,
asesora creativa, ha sido presentadora del programa sobre arte “La mitad invisible”
de RTVE, y vive en Granada, ciudad de la que se declara febrilmente enamorada.
En su Instagram además podemos leer que Clara es una artista, autora en Penguin
Libros, dirección y producción de
proyectos sonoros y editora en
AudioOriginals.
Ha
escrito los siguientes títulos. Sangre, de los libros de la serie Ada Levy, la
intrépida detective: “Cómo matar a una ninfa”, “El juego de los cementerios”,
“La fractura del reloj de arena” y “La venganza de Ada”. También ha publicado
la colección de títulos infantiles “Hoy estoy…”, y “”Los cuentos para educar
con inteligencia emocional”. Otros títulos suyos son: “Las voces de Carol”,
“Sublimación” y “La importancia de tu nombre”: el último de sus libros cuya
sinopsis en la red o en la contraportada nos dice que es “Un inquietante
thriller con una premisa brutal: la vida de una reconocida terapeuta estalla
cuando se ve atrapada en el macabro juego psicológico de un desconocido”. La
primera idea que hay que tener en cuenta para hablar de cualquier libro, pero
más si es una novela, es no hacer espoiler,
en la medida de lo posible y en función de la profundidad de análisis que
se pretenda hacer de la obra. Así que tranquilos que no destriparé la
trepidante historia que os espera a los lectores y lectoras que os animéis a
leerla.
Yo, como telonero agradecido por contar
conmigo, quiero destacar su figura y su legado literario hasta la fecha, una
trayectoria de escritora que promete seguir regalándonos títulos tan
apasionantes como “La importancia de tu nombre”. Tenemos aquí, por tanto, a
Clara Peñalver, una autora de éxito, pero sobre todo tenemos aquí a una
escritora que disfruta del oficio y del propio acto de escribir, que lo
antepone al ruido mediático del mercado editorial y su farándula.
En
una entrevista para Córdoba Tevé nos confiesa la propia autora: “Si hay algo
que he sido capaz de mantener a lo largo de los años y espero que sea capaz de
perdurar en el tiempo, es esa ilusión por contar cada historia, es escribir
jugando, que cada nueva historia sea un reto personal, el mejor libro que soy
capaz de escribir en cada momento para mí;
luego ya se lo doy a los lectores, pero la primera barrera es la mía,
disfrutarlo yo, sentirlo yo, saborearlo yo, porque si no, si pienso en lo que
vendrá después no sería capaz. Yo escribo porque no se vivir de otra manera,
entonces, si le doy demasiada importancia a la escritura también estropeo esa
forma de vida… Intento comprender la escritura como esa chuchería que me
acompaña a diario”. Podríamos añadir aquí aquello que decía Cortázar: “yo
escribo para mí, que me lean muchos o algunos luego, es una venturosa
fatalidad”.
Así
es Clara Peñalver, una escritora “gominola”, permitidme la expresión, por cómo
nos mantiene adictos al “azúcar” de sus historias y por cómo entiende su
escritura que engancha con una prosa exquisita, adictiva, delicada y amena, con
tramas trepidantes y giros inesperados que atrapan al lector y lo seducen con
una maestría narradora que no defrauda.
“La
importancia de tu nombre” es una novela de entretenimiento, un thriller lleno
de ingredientes, suspense y misterio, también nos ofrece un conjunto de opiniones
sugerentes conforme vamos avanzando por su exposición, nudo y desenlace. Es capaz
de dejarnos al mismo tiempo, como por un golpe de gracia cuántica, en trance
meditando que ansiando pasar otra página para ver qué pasa en la siguiente
escena, sin ninguna pausa. En las distintas partes del libro, como secuencias o
capítulos, unos títulos orientan con su brújula. Una introducción bastante
lírica precede la parte primera. Luego vienen: “Primero. Un presente
inesperado”, ”Segundo. La importancia de llamarse Ernesto”, “Tercero. Dentro
del laberinto”, “Cuarto. ¿Qué eres tú para él”, “Quinto. La desaparición”,
“Sexto. With or without you”, “Séptimo. La importancia de llamarse (H)Elena”,
“Octavo. Contigo” y un “Epílogo”. En una de sus solapas leemos: “La crítica ha
dicho: <“Una historia trepidante” –La Vanguardia. “Una novela adictiva que
necesitas leer hasta el final” –Librería Picasso y “Atención a Clara Peñalver:
Es una escritora que ha venido para quedarse” –Fernando Marías >. Estamos, por tanto, ante una novela que te
absorbe como un reloj de arena mientras la lees, que te engancha a su prosa
precisa, que estás deseando acabarla nada más abrirla.
Permitidme
que os muestre, a modo de aperitivo gourmet, un par de párrafos que muestran el
poderío narrador de la autora. Uno tan poético como el de la página 10 y otro
más metaliterario como el de la página 170:
1º.-
“Se miraron a los ojos un instante y ella pareció ruborizarse. Estaban el uno
junto al otro, tan cerca tan cerca que el rico aroma a cítricos que desprendía
la chica logró acallar el olor, casi el sabor, de la menta. Tan cerca tan cerca
que creyó oír el suave aleteo de sus pestañas, el susurro de su aliento, el
palpitar de su corazón. Tan cerca tan cerca que su mundo empezó a hacerse
pequeño. Muy pequeño. Tan pequeño –ella, sólo ella, sus ojos, sus labios, su
pelo, su cuello– y tan oscuro –ella, sólo ella, su lengua, sus senos, sus
curvas, su sexo– que se vio obligado a
apartarse, a alejarse de la tentación, a recordarse a sí mismo que el pozo de
brea en el que descansaba la bestia debía permanecer en calma ante ella.”
2º.- “… ¿qué te parece si imprimimos más ritmo a la
narración?... Teniendo esto último muy presente, procedo a cerrar el episodio
en el que nos encontrábamos emulando a uno de los grandes de la literatura. Es
lo que hacen los escritores ¿no? Identifican, replican y trasladan a su propio
estilo los recursos de otros… Supongo que has leído a Paul Auster…”
También
encontrarás otros párrafos más científicos sobre la música y la neurociencia o
de autoayuda, con los que va definiendo la psicología de los personajes,
especialmente de la protagonista. Después de leer a la autora y conocerla, algunas preguntas recorren mi
cabeza lectora: ¿Cuánto de la autora hay repartido por el libro y en sus
personajes? ¿Hay algo de autoficción esparcido por el thriller? En “La
importancia de tu nombre” encontrarás unos personajes bien trabajados, con una
psicología poderosa, y una trama llena de realismo y veracidad que te hará
creer que estás vi-viendo una película o presenciando una situación cotidiana.
Su ritmo trepidante exige un poco de paciencia al principio. El final es
apoteósico, lleno de giros inesperados, emoción y suspense a partes iguales.
Después
de leerla uno comprende mejor la importancia de llamarse Clara Peñalver. Y como
dice Fernando Marías: “Atención a Clara Peñalver: es una escritora que ha
venido para quedarse”. Y yo añado: para quedarse en nosotros después de leerla.
Sin más dilaciones, si no la han leído, vayan corriendo a la librería que
tengan más a mano y busquen uno de sus libros, por ejemplo, “La importancia de
tu nombre”. Porque te esperan 348 páginas de “un inquietante thriller” que te
atrapará por el poder seductor de su telaraña estremecedora y por la fuerza de su
cotidianidad en forma de reflexiones y escenas que captan un espíritu de época.
Custodio
Tejada
Opiniones
de un lector
10
de marzo de 2024
https://custodiotejada.blogspot.com/
LA UTILIDAD DE LA FAMILIA de Miguel Ángel Angulo. Por Custodio Tejada
Opiniones de un lector. Por Custodio Tejada.
LA
UTILIDAD DE LA FAMILIA de Miguel Ángel Angulo. Poesía. Colección Diástole de
Esdrújula Ediciones, la editorial que tan bien cuida Mariana Lozano Ortiz.
Primera edición septiembre de 2023. En la contraportada encontramos una
clarividente sinopsis de la laureada poeta Ángeles Mora. 80 páginas y 43 poemas
repartidos en 4 partes que se titulan: Origen
(con 2 poemas), Identidad (con 30
poemas), Memoria (9) y Barro (2). El título es una afirmación
con aroma a interrogante que abre paso a una biografía de emociones y recuerdos
que determinan y configuran. El poemario encierra un afán de autoconocimiento y
superación. Dedicado a la familia, la que fue y la que ha llegado. El primer
poema se titula Parto, título
premonitorio de lo que nos espera, el autor convertido en madre y a la vez en
hijo, unido a ella por el cordón umbilical del lenguaje, los recuerdos y la
pérdida. La identidad que proporciona el dolor le ha hecho fuerte y sensible.
La figura materna se convierte en una línea de fuerza que sustenta todo el
poemario, una ausencia que se transforma en una presencia vital y mágica. Un
poemario con tinte existencial convertido en un salón de espejos lleno de
palabras reflejo. El poeta se ha sublimado en su arte a través de un
responderse a sí mismo. La utilidad de la
familia, como dice el autor, es un conjunto de “momentos inolvidables,
aquel lugar donde merece la pena volver siempre”.
Cada
escritor escribe por unos motivos. Algunas veces escribimos para desahogarnos y
para que nos escuchen, otras para oírnos a nosotros mismos, pero también para
callar y disfrutar del silencio descanso que llega después del vuelo de la
palabra. Asegura la escritora Laura Esquivel que “la vida sería mucho más
agradable si uno pudiera llevarse a donde quiera que fuera los sabores y los
olores de la casa materna”. La infancia siempre es un refugio. Escribir es
refugiarse en el tiempo, pero también es ocultarse del tiempo para huir del
espacio. Lugares a los que no se quiere volver, pero de los que uno no puede
huir jamás. Ya lo decía Borges: “Cuando uno extraña un lugar lo que realmente
extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan los sitios,
sino los tiempos.” Los poetas sabemos del poder exorcizante del lenguaje, del
poder simbólico que tiene la palabra como vía de conocimiento y salvación
personal, o al menos, liberadora, por lo que tiene de terapéutica. Y es que
como afirma Juan Manuel de Prada “las palabras fueron creadas para descifrar y
nombrar el mundo. Creo que, más bien, el verbo nos hace conscientes de nuestro
lugar en el mundo”. Y como colofón a este párrafo introductorio abusaré de otra
cita más, esta vez de Luis García Montero, donde manifiesta que “los poetas
sabemos que lo biográfico es importante, pero empobrece la obra de arte si se
convierte en un desahogo. Y, por tanto, tiene que transcender a un yo literario
que represente a la condición humana”.
Escribe
la poeta Ángeles Mora en la contraportada que “La utilidad de la familia es un
libro muy especial, lleno de sutilezas y matices que nos van atrapando y
sorprendiendo. Supone un magnífico ejercicio de introspección, análisis y
superación, poniéndose en la piel del niño que aún debe llevar dentro, porque
la niñez marca la vida. Pero también en la del joven destinado a perderse:
música, interminables tardes, verano, humo. Un viaje con muchas curvas”.
Nos alumbra el propio poeta en una entrevista para
Secretolivo que “cada poema debe de ser un espejo en el que reconocerse, donde
percibes qué te empeora o sana y aceptas quién eres, un lugar de superación. La
utilidad de la familia es un cuarto lleno de espejos en el que se multiplican
los reflejos de uno mismo”. Y en otra entrevista para Ideal completa que “se
trata de un ejercicio en el que he bajado hasta el fondo de mí mismo para sacar
lo que llevaba dentro en forma de poemas, de belleza… que es, también, una
forma de superación.”
Cuando
el autor utiliza la palabra “utilidad” para el título es porque busca una
productividad, la de la poesía, por lo que acerca la literatura al ámbito del
mercado, en beneficio propio y de todos sus lectores, eso sí, convirtiendo su
poética en un objeto de consumo que eleva y transciende. El título es una
afirmación con aroma a interrogante, que abre paso a una biografía de emociones
y recuerdos que determinan y configuran la existencia y la lectura. El poeta
mete el dedo en la llaga para sacar una medicina o una respuesta en forma de
poema. Dedicado a la familia, el primer poema se titula Parto, título
premonitorio de lo que nos espera, el autor convertido en madre y a la vez en
hijo, unido a ella por el cordón umbilical del lenguaje, los recuerdos y la
pérdida. ¿Quién pare a quién? En el poema, el hijo pare a la madre, su
recuerdo. El amor y el dolor son los dos hilos fundamentales que tejen el
poemario. En los dos primeros poemas, como hijos que se entrecruzan y
entretejen, el parto de la madre y el parto poético del poeta-hijo forman un
refugio en la memoria y en la palabra, un nuevo nacimiento, el de la nostalgia.
Lo trágico se torna en un amor inextinguible. “Se origina un idioma con el
mundo,/ un discurso frenético. Es la/ lengua materna que habla en el dolor/ de
la frágil belleza que he asumido” –escribe el poeta en la página 26.
Los poemas, como cordones umbilicales, unen al poeta con
su pasado y al lector con el poeta, todos cobijados en la misma placenta libro.
Es un poemario tan hondo y fértil que tiene un efecto placebo para el autor,
por la parte sanadora que tiene la escritura. Las ausencias y las carencias
tornan la poética del libro en un hogar que da cobijo y apego, paradójicamente.
De una musicalidad y exquisitez extrema, los recuerdos poemas se convierten en
talismanes identitarios. “La belleza del daño cicatriza,/ lo dicen las parteras
al mirarme./ Saben cuánto dolor nos sobrevive,/ cómo es el llanto y quién nos
necesita/ al darle forma al mundo al que llegamos.” –leo en la página 16.
Los interrogantes del poemario nos llevan por el camino
de la duda, un diálogo del poeta consigo mismo que se hace transversal en la
lectura, de la complicidad que busca Miguel Ángel con el lector, su confidente,
y por qué no, también su terapeuta. Leamos el poema “Duda primera” en la página
27. Encontraréis versos tan potentes como los de la página 48: “Cuando entré en
la muchacha virgen, madre/ comprendí que el amor está en la grieta/ que en ella
nace el próximo lenguaje.” Incluso el poeta nos confiesa en una entrevista para
Ideal que “yo llegué a la poesía por tener muchas preguntas pendientes de
respuesta”.
Miguel Ángel Angulo, un letraherido que nos conduce por
el oleaje de sus versos psicodinámicos, a veces como una mar en calma y otras
como una mar embravecida, pero siempre como un puerto seguro donde refugiarse y
arrojar el ancla. El lenguaje convertido en hogar y en paraíso. La palabra es
su abrigo y su amparo, su salvación y su talismán. El poemario está recorrido
también por una serie de nombres propios que nos llevan por itinerarios y
experiencias: Kurt Cobain, Adán, Karol Jozef Wojtyla, Auschwitz, Los Panchos,
Machín, Mecano…
La utilidad de la familia
de Miguel Ángel Angulo, con espíritu de autorretrato, es un libro tan profundo
como un pozo. El poeta, cubo a cubo, poema a poema, ha ido aflorando a la
superficie el agua de una nostalgia que sacia la sed y repara, su verdadera
herencia. Un poemario que transciende el dolor y la memoria para hacerse poesía,
un camino de ida y vuelta que cura y sana a través del amor. Al final de su
lectura todos conformamos una familia, versos y poemas, autor y lectores,
silencios y palabras, recuerdos convertidos en cicatrices y caricias “donde
cantamos todos en familia”.
Custodio Tejada
Opiniones de un lector.
Enero de 2024
BRÚJULA VELETA de Custodio Tejada
Brújula Veleta es un
título bicéfalo cuya imagen ejerce como metáfora de los cuatro puntos
cardinales y la rosa de los vientos, ambos son símbolos del viaje y de la
aventura que afronta y asume el viajero. Mi mirada es un ave de paso y este
libro bitácora es su itinerario. El viaje como nexo, como punto de encuentro de
todos los poemas. A veces como un viaje hacia afuera y otras como un viaje
hacia adentro, pero siempre como un acto reparador, iniciático y testimonial.
https://www.ivoox.com/ciudad-ilustrada-16-11-2023-audios-mp3_rf_119653732_1.html
La ciudad ilustrada
16/11/2023
Poesía, reflexiones entrevistas,
novedades editoriales, agenda sorteo de libros, todos los Jueves a las 22h
presenta el escritor Francisco Acuyo
https://www.ivoox.com/estanteria-programa-56-audios-mp3_rf_120928394_1.html
https://www.facebook.com/radioproverso
https://www.ivoox.com/estanteria-programa-56-audios-mp3_rf_120928394_1.html
📍 Os deseamos un feliz
miércoles con el programa número 56 de #LaEstantería dirigido y presentado por
Tomás Sánchez Rubio 📖📚.
En el programa de hoy:
✒ Fragmento del
capítulo cuarto de "Platero y yo" del poeta Juan Ramón Jiménez
✒ Intervención de
Custodio Tejada.
✒ Sección de la Raíz,
hoy términos habituales de los que desconocemos el origen.
✒ Sección el Rincón de
las historias, con José Manuel Martínez Arias "Miedo".
✒ Intervención de
Gertrudis Rodríguez Medina.
✒ Poema
"Adolescencia" del poeta Juan Ramón Jiménez.
https://santosdominguez.blogspot.com/2023/10/custodio-tejada-brujula-veleta.html
4.- DE JIMY RUIZ VEGA. En su blog EL FESCAMBRE. 20-11-2023
DONDE TODO SUCEDE
https://jimyruizvega.blogspot.com/
5.- https://www.ideal.es/culturas/pagina-libros-20231209001237-nt.html
RESEÑA DE MIGUEL ARNAS CORONADO. PERIÓDICO IDEAL.
LAORUGAZL.BLOGSPOT.COM
AHORATELEO. REVISTA LITERARIA. NÚMERO 4. DICIEMBRE DE 2023.
10 DICIEMBRE DE 2023
CARLOS ALCORTA-Literatura y arte
NOTAS DE LECTURA: FERNANDO
ARAMBURU, CUSTODIO TEJADA, BENÍTEZ ARIZA, GIOCONDA BELLI
4 enero 2024, jueves
9.- Reseña de Francisco Onieva Ramírez aparecida en “Cuadernos del Sur” Diario Córdoba. Sábado, 13 de enero de 2024.
Reseña aparecida en REPÚBLICA
DE LAS LETRAS. Revista de la Asociación Colegial de Escritores/ Segunda época.
12.- Reseña de José Antonio Santano. 9 de junio de 2024. La Opinión de Málaga. Custodio Tejada: Viaje interior. Brújula Veleta.
EL FESCAMBRE
“Un dietario de lecturas de un letraherido, aquejado de libropoesía.
Jimy Ruiz Vega
lunes, 20 de noviembre de 2023
https://jimyruizvega.blogspot.com/
Los
que no somos poetas y nos manejamos mejor por la acera de la prosa, también
abrigamos un cierto pálpito lírico escondido que, de vez en cuando, aflora
apelando a la energía de nuestros sentimientos, de nuestro modo de vivir y de
percibir el mundo. Al menos, como lector. Llegados a este punto, tiene vigencia
aquello que Alejandra Pizarnik decía: “La poesía es el lugar
donde todo sucede”. Ahora bien, también decía que, para que tenga lugar, es
necesario que el destinatario, esto es, el lector, termine el poema, rescate
sus múltiples sentidos y los recree. De ahí que me importe la poesía, como a
otros muchos, cuando esta nos muestra el mundo bajo una luz diferente a la de
nuestra sensibilidad y, aunque sea solo por un momento, cuando nos hace
partícipe de una preocupación, de un hallazgo, de una alegría, de una emoción.
Para Custodio
Tejada (Purullena, Granada, 1969) este menester de conexión entre
el poeta y su destinatario se condensa en no dejar a un lado la realidad, ni
renunciar a expresar la relación del poema con el mundo y consigo mismo. Todos
sus libros de poesías, desde Rosas de luz y sombra (2002)
hasta Un horizonte de significados (2021) se afanan en
conectar su poética con el sentido de un viaje y un encuentro. Ahora, en su
nuevo poemario, Brújula Veleta (Entorno Gráfico, 2023),
regresa a esa misma idea del viaje como itinerario de vida y entendimiento, como
cauce y sentido del vivir, como recorrido de exploración y lectura: “Leer es
otra forma de andar por la vida, / de ser camino, memoria, maleta”. El libro en
sí es un compendio de sensaciones viajeras, de estancias y miradas que lo
convierten en un viaje circular de dentro afuera y viceversa.
Llama
la atención el rosario de citas escogidas para encabezar muchos de los poemas
del libro, alentados, sobre todo, por el arranque del primero de ellos,
perteneciente a Henry Miller y, que, en gran medida, sostiene
el pálpito de todos ellos: “Escribir, como la vida misma, es un viaje de
descubrimiento. El escritor emprende el camino para convertirse él mismo en el
camino”, sostiene el neoyorquino. Realidad, fantasía, odisea, aventura,
introspección, al igual que memoria, suspiros, quietud y haikus, conectan entre
sí estableciendo “Un itinerario por el lenguaje / como único refugio”. El libro
está concebido como un reflejo testimonial, un fluir por el tiempo para
escuchar: “El alma de los sitios, / la voz de los paisajes, / las costumbres y
su eco... / Eso hace el caminante, / embalsamar la vida en el lenguaje”.
Caminar y viajar, nos viene a decir el poeta, son actividades vitales, como
hablar, soñar o usar los cinco sentidos. La lectura para el sujeto poético
también conlleva emprender un viaje, una indagación o un retiro, como aquí se
ve en estos dos versos: “Todo viaje es un libro o un cuarto. / Todo libro es un
viaje o una cama”.
El
libro despliega su poemario bajo tres diferentes estadios. En su primera parte,
bajo el título de Los ojos del viaje, el poeta refrenda a la
realidad y a la fantasía como una odisea conjunta que pone rumbo al
viaje. En Geografía y destino, segunda parte, encontramos un amplio
recorrido por lugares, momentos y entusiasmos vívidos, en los que el asombro de
un hormiguero, de un cuadro de pintura en un museo, de un callejón de Toledo,
del memorial trágico de Hiroshima y Nagasaki, de la recurrente melodía de la
película de Casablanca o del simple discurrir silencioso por aceras y bordillos
de algunas calles, se conjuran en significados emotivos y simbólicos.
Finalmente, en Metapoética del paso, el sentir del viajero, la
ligereza de lo efímero, las prisas, el no viajar, la brújula veleta de entender
el mundo y la paradoja de la vida, se hacen hueco para que la palabra y el
silencio tomen posiciones y pongan sentido acompasado al ritmo de vivir.
La
vida como testimonio irrepetible, la memoria remota y reciente y, sobre todo,
la vida como bitácora de experiencias, son claves aquí. Está más presente que
nunca el mundo vivido y evocado al que acude el poeta como reconocimiento del
sujeto ético propio, comprometido con la historia y sus resonancias, pero
sumido en un presente movible e inconformista. Brújula Veleta constituye
un poemario de tono efusivo y confesional por donde discurre la vida de un
paseante de mirada viajera, atento al sentido poético de añadir dosis de
asombro y humanidad al hecho de vivir, consciente de que “Los ojos nunca viven
/ el mismo tiempo”, pero dejan ver lo que le ha tocado percibir.
Las
piezas reunidas en este volumen contienen un nexo entrañable al que alude el
poeta sobre el sentido del viaje, dando paso a las emociones de quien lo
emprende desde la verdad vivida y el paso del tiempo. Custodio Tejada se
interesa en deambular por esa senda de la palabra y descubrir su sitio más
auténtico con el que explorar y poner razón poética a la andanza de lo
aprehendido. Lo hace con esa idea de Lorca de entender la
poesía como algo que anda por las calles. Que se mueve, que pasa a nuestro
lado, nos acompaña y nos hace guiños.
POR SANTOS DOMÍNGUEZ. EN SU BLOG EN UN BOSQUE EXTRAJERO. 28 OCTUBRE 2023.
SOBRE CUSTODIO TEJADA: BRÚJULA VELETA.
Ulises navegando en nuestras venas
mientras escribe con otra voz en nuestra
carne,
la sombra de una brújula veleta
que se torna en destino
solaz y frío, ausente,
escribe
Custodio Tejada en uno de los tres poemas preliminares de ‘Los ojos del viaje’,
primera de las tres partes en las que organiza su Brújula veleta,
el libro que toma título precisamente de unas palabras de ese poema.
Su
parte central, ‘Geografía y estilo’, se subtitula ‘Libro de brújulas’ y es un
conjunto de poemas que evocan viajes por decenas de lugares, de travesías
exteriores en las que predomina la mirada contemplativa del viajero poeta que
reúne en estos versos la experiencia del viaje y su elaboración verbal en
personal recreación poética de la escritura.
Porque
el viaje transforma al viajero y se convierte en itinerario interior de
conocimiento y reparación y la razón final del viaje “es descubrirse a sí mismo
/ a través de la mirada de otro. / Un viaje interior que va de lo etéreo / a lo
tangible, / desde lo que se ve a lo que se intuye, / de lo que olvidas a lo que
recuerdas.”
Viajes
reales o imaginarios que van del museo del Prado a Tenerife, de El Cairo a Roma
o a París, de Toledo a Cuba con la literatura o con el chocolate negro, desde
el itinerario cósmico de la física cuántica a los haikus del “Diario del
covid”, de Praga a Casablanca y a Fez o desde el granadino Puerto de la mora a
Mombasa en un adelantamiento, “sabiendo que cualquier mirada mía / jamás
volverá al mismo lugar en la que estuvo / ni será dos veces fuego o ceniza.”
La
tercera parte, ‘Metapoética del paso’, se construye sobre una mirada más
reflexiva, más interior, una filosofía del viaje y del viajero de la que puede
ser un buen resumen este poema titulado “Poética del viaje”:
El alma de los sitios,
la voz de los paisajes,
las costumbres y su eco,
el fósforo diario,
la sombra de las piedras,
el cuarto con su cama,
el hábito del sol
y la rutina.
Eso hace el caminante,
embalsamar la vida en el lenguaje,
como un taxidermista
que cuelga de paredes
los kilómetros recorridos,
lágrimas,
anécdotas, cabezas y sonrisas.
Pisadas cuya huella
convierten la memoria
en un museo vivo
de gestos y ojos
o en un lugar de tránsito
que lleva al silencio.
POSTED BY SANTOS DOMÍNGUEZ RAMOS AT 07:00
RESEÑA DE MIGUEL ARNAS CORONADO. PERIÓDICO IDEAL.
9-12-2023, sábado.
Brújula veleta
Custodio Tejada. Entorno Gráfico
Ediciones. Granada 2023
Miguel Arnas Coronado
Hay miradas que superan el nervio
óptico: alcanzan las entrañas. Tales las de Custodio Tejada. Vistazos
entrañados. Mete el dedo en la llaga aquí y allá, o acaricia esta o aquella
cabellera. Su poesía es brújula, comprensible y tornadiza, pasea como quien
salta. Poesía viajera desde su sofá, el lugar más cómodo “donde reside el éxito
verdadero”. Verso libre o blanco, poemas surgidos del alma, de las entrañas. Se
enfada o se pone lírico, según. “…por fortuna escribo un poema/ y todo lo demás
es fantasía”. Entonces, ¿la fantasía no está en el poema? No, fantástica es la
vida: el poema es reflejo.
MARINA TAPIA. EN SU FACEBOOK 17-DIC-2023
“Brújula
veleta” (Entorno Gráfico, 2023) de Custodio Tejada, utiliza un lenguaje muy
anclado en la modernidad, y que incluye palabras del mundo de la tecnología,
algunas marcas y anglicismos, pero que no deja de lado un estilo más clásico y
formal, logrando un libro muy armónico donde la tradición y un decir más fresco
se dan la mano. El poemario nos ofrece la oportunidad de acompañar al autor por
distintos enclaves, de sumergirnos en ese acuario de sensaciones y percepciones
que despierta en él lo contemplado y lo vivido en distintos puntos del mapa.
Sus acercamientos son novedosos y enriquecidos con citas y referencias. Me
parecieron interesantes, en especial, los últimos poemas en los cuales Custodio
reflexiona acerca del viaje, del itinerario vital y en los que relaciona -con
gran acierto- al lenguaje con las pisadas.
AHORATELEO. REVISTA LITERARIA. NÚMERO 4. DICIEMBRE DE 2023.
10 DICIEMBRE DE 2023
·
1.- Háblanos un poco de ti.
La verdad es que no me siento cómodo hablando de mí.
De un escritor quien mejor habla es su bibliografía. Sí diré que todo empieza
con la palabra. Así que empezaré por el principio, por el numen que representan
los nombres. Me llamo Custodio Tejada Cruz. Nací en Purullena, vivo en Guadix y
trabajo en Benalúa, una especie de tríada-triángulo geográfico en pleno corazón
de la hoya accitana. Se podría decir que yo también soy arcilla y vasija de
este Geoparque de Granada. Me gusta leer más que escribir o hablar de mi obra,
y me gusta pasear y tomarme unos vinos con los amigos más que leer.
He
publicado los siguientes libros de poesía: Rosas de luz y sombra (2002), Urna
de cristal (2006), El hábitat que pisamos (2008), Cigüeña de nieve (2012),
Recuerdos y coordenadas (2014), Un horizonte de significados (2021) que fue
finalista del III Premio Esdrújula de Poesía, y Brújula Veleta (2023). En 2016 publiqué
mi primera y única novela hasta ahora
titulada La memoria ausente. He aparecido en diversas antologías poéticas,
digitales o en papel, como Antología Certamen Miguel Ruiz del Castillo
(Almuñécar 2004), 50 Voces (Granada 2005), Antología digital Poetas del siglo
XXI y Poetas Andaluces, El oro líquido (Madrid 2008), Antología de poesía
accitana “Guadix se nos hace nostalgia (Guadix 2014), Antología Absolem de
Poesía (Guadix 2015), Todo es Poesía en Granada. Panorama poético 2000-2015
(Granada 2015), Antología Miradas desde la Experiencia (Cehegín-Murcia 2017),
La Satisfacción del Deber Cumplido (Granada 2023) y Antología dedicada a La
Alhambra (Granada 2023). En 2017 fui seleccionado en la Antología de Poesía y
Relato “Certamen Literario y Artístico Guadix Primavera y Vino”. Colaboro en
revistas literarias y medios escritos Y creo que también cabe destacar mi
aportación como lector dando mi opinión crítica en más de sesenta reseñas
aparecidas en prensa y que se pueden leer en la red o en mi blog http://custodiotejada.blogspot.com
·
2.- ¿Qué podemos encontrar entre las páginas de Brújula veleta?
No
es pasión de autor, pero tiene una portada muy linda. Me gusta el trabajo que
ha hecho Entorno Gráfico Ediciones. El libro objeto, como continente, es muy hermoso,
y el contenido es todavía mejor, aunque esté feo que lo diga yo. Contiene
magníficos poemas.
El
título Brújula Veleta encierra algo de oxímoron, pero también tiene algo de
artefacto lingüístico donde ambos conceptos unidos forman un significado nuevo,
que ayuda a navegar a través de los vientos que la vida proporciona por esos
caminos de la cotidianidad viajera y lectora.
El
poemario tiene 95 páginas y está
dividido en tres partes. La primera, titulada “Los ojos del viaje”, tiene tres
poemas introductorios. La segunda, “Geografía y destino. Libro de Brújulas”,
con 36 poemas, y la tercera titulada “Metapoética del paso”, con otros 16, ambas
nos llevan y nos traen de acá para allá, de afuera hacia adentro y viceversa.
·
3.- ¿En qué ingrediente reside la fuerza de este
libro?
El ingrediente principal de Brújula Veleta es el
viaje, o sea, la mirada viajera, a veces hacia afuera y otras hacia dentro, en
un acto reparador, iniciático y testimonial, como se puede leer en la
contraportada del libro. El poemario tiene múltiples itinerarios por los que
puede deambular el lector. El viaje es el nexo que une todos los poemas.
Metáforas, símbolos y paisajes, como un atlas o una guía viajera, acompañarán
el trayecto y su poética.
Y si me lo permites, a modo de ejemplo y aperitivo,
voy a compartir con todos vosotros un poema que se titula “Fontana de Trevi”,
donde el lector puede hacerse una idea de los ingredientes que tiene el libro:
FONTANA
DE TREVI
“Oh Roma! Mi País! Ciudad del alma!
Lord
Byron
Si fuera tan cómodo
como dicen,
si con precipitar una
moneda
bastara para volver a
ese sitio.
Si como una palanca
colocada
en el punto preciso y
con una fuerza mínima
pudiera desplazar
mil veces mi memoria y
mi peso,
a lo mejor yo sería un
Arquímedes
que empuja tanto como
los océanos
para conseguir que
flotara un barco
en la punta húmeda de
mi lengua.
Si las personas fueran
como fuentes
en las que con echar
una moneda
bastase para volver
junto a ellas
cuando realmente más
las necesitas…
Las despedidas no serían
pecios
mudos del Titánic que
nos arrastran
al fondo de los mares.
II
Si yo fuera Marcelo
Mastroiani,
mi memoria la Fontana
de Trevi
y tú mi Dolce vita:
el mundo a nuestros
pies,
pero por fortuna
escribo un poema
y todo lo demás es
fantasía.
·
4.- ¿Cómo describirías tu trayectoria de escritor
desde la primera publicación hasta esta última?
La trayectoria de escritor y lector van unidas y son
inseparables. Uno siempre está aprendiendo, intentando ser mejor lector cada
día, porque sabe que es la única forma segura para ser el mejor escritor
posible que uno puede llegar a ser. Si por trayectoria entendemos el camino
literario recorrido, independientemente de reconocimientos o valoraciones, la
trayectoria se puede ver en la bibliografía que he compartido en la primera
pregunta. Por lo que de mi depende solo cabe destacar que intento trabajar con
la mejor disposición y exigencia para crear una obra lo más digna posible,
literariamente hablando. El resto no depende mí, deberán decirlo los lectores o
a quien corresponda la ardua tarea crítica. Yo no tengo ningún cenáculo que me promueva,
soy como una especie de francotirador poético perdido en las entrañas de los
badlands que me rodean.
·
5.- ¿Cuál fue el último libro que leíste? ¿Por qué
lo elegiste?
Ahora estoy leyendo unas memorias y dos libros de
poesía, pero como me preguntas por el
último leído y terminado, te diré que fue un libro de relatos, “La Claridad” de
Marcelo Luján, publicado en la Editorial Páginas de Espuma. En verdad, creo que
él me eligió a mí. Los libros también tienen su propia vida y ejercen su poder
de atracción sobre los lectores como ellos quieren o mejor les conviene. Y algunos
eligen hasta su momento exacto de lectura. Como lector a veces dejo que sean
los libros los que me seduzcan por las razones más variopintas, que sean ellos
los que den el primer paso. Me gusta llegar a una librería y dejarme llevar por
las inercias de las estanterías. Otras veces soy yo quien va directo a por
ellos como un camicace. La vida lectora es así, muchas veces imprevisible.
6.- Y ahora qué, ¿algún nuevo proyecto?
Pues a seguir leyendo y disfrutando de la literatura
que es una de las cosas que realmente me hacen feliz, sin más pretensiones. Siempre
hay algún proyecto rondándome la cabeza, claro que sí, pero todavía no
encuentro la forma de concluirlo. También es poesía. Debo seguir trabajando a
ver en lo que queda el siguiente reto. Espero que pueda compartirlo con
vosotros más pronto que tarde, si no me distrae antes ninguna puesta de sol o
un té caliente. Y muchas gracias por
acordarte de mí y ofrecerme este espacio en tu revista.
CUSTODIO TEJADA
Diciembre 2023
CARLOS ALCORTA-Literatura y arte
NOTAS DE LECTURA: FERNANDO
ARAMBURU, CUSTODIO TEJADA, BENÍTEZ ARIZA, GIOCONDA BELLI
4 enero 2024, jueves
CUSTODIO TEJADA. BRÚJULA VELETA. ENTORNO
GRÁFICO EDICIONES.
Dividido en tres secciones, el nuevo libro de Custodio
Tejada, Brújula veleta, nos propone desde el principio una
teoría sobre el viaje como espacio de la memoria y de la esperanza del hombre,
donde se mezclan realidad ―«manchada de pespuntes y costuras», distorsionada en
el ciberespacio―y fantasía, esa que se construye por la gracia de las
metáforas, las que convierten al hombre en poeta. La brújula veleta no es la
que orienta hacia el destino, sino el propio destino, como vemos en la segunda
sección, «Geografía y destino. Libro de las brújulas», una especie de catálogo
de lugares y emociones propicios para la rememoración, para la reconstrucción
de esa realidad pendiente de un hilo, desde un óleo de Velázquez a una ciudad
como Toledo, pasando por la calle Mariposas o el túnel del tiempo que le lleva
a Fez, tal vez porque «solo existe lo que recuerdas». La poesía de Custodio
Tejada combina lo descriptivo con lo reflexivo. La tecnología ―«Una malla de
haikus tecnológicos / nos hace ser cronistas del segundo, / este es el vértigo
de nuestro tiempo / y también nuestra cárcel», escribe en «Tweet», aunque,
paradójicamente sean otros poemas como «Escenas de Barcelona», «Escenas de
Jabarovsk» o «Diario del Covid. Escolios de un estado de alarma», integrado por
una secuencia de más de ochenta haikus los que están escritos siguiendo los
dictados de la estrofa japonesa―, la publicidad o el éxito ―«Nunca tendré un
paseo de la fama», escribe―. No escasean tampoco las críticas a la actualidad
en la última sección, «Metapoética del paso»: «La tele es la palanca / que
mueve la conciencia / y apaga voluntades, / el punto de apoyo que oscurece / la
luz de los apóstoles / y empuja el vuelo de los ecos / convertidos en pájaros
sin jaula». Encabezada por una cita de Jeremy Collins en la que asegura que los
mejores viajes son los mentales, Tejada concluye que «quedarse en casa tiene un
efecto profiláctico» (ya decía Pascal que «toda la desdicha de los hombres se
debe a una sola cosa: no saber permanecer en reposo en una habitación») y que
«Leer es otra forma de andar por la vida, / de ser camino, memoria, maleta». El
libro finaliza con un encomio del libro como metáfora del viaje: «Todo viaje es
un libro o un cuarto. / Todo libro es un viaje o una cama». En Brújula veleta,
séptimo libro de poemas del autor, el viaje interior, aunque se estén visitando
lugares de paso, es la mejor forma de autoconocimiento, y esta idea, pese a su
solemnidad, la expresa con versos contenidos que dan la sensación de que aún
hay mucha experiencia detrás inarticulada, con poemas versátiles en la forma
que escrutan la realidad sin dejarse atrapar por ella, como si ensalzaran una
secreta satisfacción.
11.- - EN
REPÚBLICA DE LAS LETRAS. Revista de la Asociación Colegial de Escritores/
Segunda época.
EL SENTIDO DEL
VIAJE, POR JESÚS CÁRDENAS
https://republicadelasletras.acescritores.com/2024/04/03/el-sentido-del-viaje/
CUSTODIO TEJADA (PURULLENA, COMARCA DE GUADIX, GRANADA, 1969) ENTREGA CON BRÚJULA VELETA SU SÉPTIMO POEMARIO, UNA OBRA QUE RINDE HOMENAJE AL VIAJE, PERO SOBRE TODO A LA CONDICIÓN DEL SER VIAJERO DE LA MANO DE LA TENSIÓN QUE IMPONEN LOS SENTIDOS.
© JESÚS CÁRDENAS
EL AFÁN DE CONOCER Y CONOCERNOS RESPONDE A NUESTRO INTERÉS POR EL VIAJE EXTERIOR Y EL VIAJE INTERIOR. DESCUBRIR PARA DESCUBRIRNOS. EL VIAJERO ASUME LA AVENTURA, LEJOS DE LAS CONVENCIONES, Y SE ENFRENTA TANTO AL OLVIDO COMO A LA IMAGINACIÓN. CON EL MOTIVO DEL SENTIDO DEL VIAJE, NOS DEJAMOS EMBARGAR POR LA SÉPTIMA ENTREGA LÍRICA DE CUSTODIO TEJADA.
BRÚJULA VELETA, PUBLICADO POR ENTORNO GRÁFICO EDICIONES (ATARFE, 2023), ES UN CONJUNTO DE POEMAS ESTRUCTURADO EN TRES SECCIONES O HITOS DEL CAMINO: “LOS OJOS DEL VIAJE”, LA PRIMERA QUE CONFORMA LOS PRELUDIOS; “GEOGRAFÍA Y DESTINO. LIBRO DE BRÚJULAS”, PARTE NUCLEAR Y MÁS EXTENSA, DONDE VISITAMOS LUGARES Y NOS DEJAMOS LLEVAR POR LA TENSIÓN QUE IMPONEN LOS SENTIDOS; Y “METAPOÉTICA DEL PASO, TERMINA POR COMPONER SU ÁLBUM LA MIRADA REFLEXIVA Y CRÍTICA. COMPLEMENTA A LAS PARTES Y A VARIOS POEMAS UN APARATO TEXTUAL DESDE DIFERENTES MARCAS DE ESCRITURA RECORRIENDO DISTINTOS TIEMPOS, LO QUE FOMENTA MÁS AÚN LA LECTURA POR ESTE LIBRO DE POEMAS.
COMENZANDO POR “REALIDAD Y FANTASÍA”, EL SUJETO POÉTICO CONTRAPESA AMBOS POLOS, RESULTANDO LA REVERBERACIÓN, EL CONTENIDO DE LA MALETA A LA VUELTA LO QUE MÁS LE INTERESA. ASÍ, “CUANDO EL VALOR DEL RECUERDO ME LLEVA / EN VOLANDAS A OTRO MUNDO MÁS GRANDE / QUE HABITA POR ENCIMA DE LAS NUBES / Y LAS PALABRAS”. AL IGUAL QUE EN EL POEMA “PEREGRINO” DE CERNUDA, PARA TEJADA, EN “ODISEA”, LO RELEVANTE ES SENTIRSE DESTINO DEL PROPIO VIAJE, RECREÁNDOSE EN EL HECHO MISMO DE SER VIAJERO. A TRAVÉS DE SUGERENTES VERSOS DE ESTE POEMA SE NOS MUESTRA EL SENTIDO DEL TÍTULO: “LA ESPERANZA DEL HOMBRE / Y EL SENTIDO ÚLTIMO DE LA MEMORIA. / […] LA SOMBRA DE UNA BRÚJULA VELETA / QUE SE TORNA EN DESTINO / SOLAZ Y FRÍO, AUSENTE”.
SERÁ EN LA SEGUNDA SECCIÓN DONDE SE NOMBRE TODO UN INVENTARIO DE PAÍSES, CIUDADES, MONUMENTOS NATURALES, ADEMÁS DE OBRAS ARTÍSTICAS… EN LOS POEMAS CUYO CENTRO DE INTERÉS ES MÁS LEJANO TERMINA CON UNA ARISTA CRÍTICA, PORQUE DE ELLOS RESULTA UN VIAJE DESOLADOR: “LA LUZ DEL SOL NO CALIENTA EN KAMCHATKA, / ALUMBRA CON PENA CASI MORTAL”; LA DEJADEZ EN LOS QUE “SALTAN LA VALLA DEL MEDITERRÁNEO”; LA VERGÜENZA Y LA PENA EN HIROSHIMA Y NAGASAKI. ALGUNOS LUGARES HAN SIDO RECORRIDOS A PIE Y OTROS DESDE EL “SOFÁ DE CASA”; EXPERIMENTADOS, VIVIDOS, Y OTROS IMAGINADOS, FICTICIOS.
POR ESTE MOTIVO EN LOS POEMAS RESALTAN LAS POSIBILIDADES MEDIANTE EL USO DE CONDICIONALES (“SI VIVIERA”, “SI YO FUERA”). EN “PASEO DE LA FAMA”, “CASABLANCA” O “FONTANA DE TREVI” EL POETA DE GUADIX ENFRENTA LA MIRADA CINEMATOGRÁFICA A LA MIRADA AUTÉNTICA, REALISTA DE LOS LUGARES. Y, EN CONSECUENCIA, LOS VERSOS MUESTRAN TAMBIÉN EL DESALIENTO, COMO SUCEDE EN “YO QUIERO VIAJAR EN GLOBO”: “LO MEJOR ESTÁ SIEMPRE POR VENIR” / –REPITO CADA NOCHE CON PACIENCIA / HUNDIDO EN LO MÁS HONDO / DE UN VASO LARGO DE GÜISQUI CON HIELO / EN MEDIO DE ESTA ESPAÑA VACÍA–”. ASÍ LOS LUGARES SON DEFINIDOS NO TANTO POR LO QUE RECUERDAN SINO PORQUE PERTENECEN A UN TIEMPO AJENO, A UN ORDEN ESPACIAL IGNOTO: “FEZ ES UN DESFILADERO A OTRA ÉPOCA / QUE ATRAVIESA LA HISTORIA / PARA TRAERNOS LA LUZ DEL MISTERIO / DE UN TIEMPO PERDIDO”.
TEJADA NOS LLEVA POR CAMPOS DE LA DESCRIPCIÓN, LA FICCIÓN Y LA REFLEXIÓN.
INCLUSO EL SABOR DEL CHOCOLATE LOGRA TRANSPORTAR AL SUJETO A OTROS LUGARES, A OTRAS EXPERIENCIAS, MEDIANTE LA EMOCIÓN: “IGUAL QUE LA AYAHUASCA / DE LOS INDIOS JIBAROS YO LEVITO EN LA ALTURA / DEL CHOCOLATE NEGRO”. ENTONCES, NO ES EL CUERPO EL QUE TRANSITA POR LOS LUGARES, SINO EL ALMA, HACIENDO DE ESTOS VIAJES SALIDAS ESPIRITUALES. NO MUEVE AL ESPÍRITU MÁS QUE LA UNIÓN CON EL OTRO MÁS CERCANO, DE ESTE MODO EL AMOR HACE LUMINOSO LOS INSTANTES EN PUNTA CANA: “UNIDOS CUERPO A CUERPO / EL ALMA NOS EMBRIAGA”. Y, POR SUPUESTO, EL LUGAR ES MOTIVO DE ASOMBRO.
ASÍ SUCEDE CON LA BELLEZA DE FLORENCIA. IMPORTA MUY ESPECIALMENTE LA MIRADA REFLEXIVA DE TEJADA A LOS SERES, ASÍ PUES EL GRADO DE HUMANISMO QUE DESTILAN LOS POEMAS DE BRÚJULA VELETA ES UN ATRIBUTO DE ESTE LIBRO.
EL POEMA DEL POETA DE GUADIX SE DESPLAZA POR LOS CAMPOS DE LA DESCRIPCIÓN, LA FICCIÓN Y LA REFLEXIÓN, ENRIQUECIÉNDOSE EN LA UNIÓN DE LAS DISTINTAS TÉCNICAS. PODEMOS DETECTARLO POR ALGUNOS FINALES SENTENCIOSOS: ASÍ, POR EJEMPLO, EN “CIUDADES EN STAND-BY”: “LOS OJOS NUNCA VIVEN / EL MISMO TIEMPO”; O EN “UN PASEO EN EL METRO”: “EL ORDEN INVISIBLE DE LAS COSAS / QUE REGULA EL MOVIMIENTO DEL CAOS / EN EL TRABAJO”.
LO RELEVANTE ES SENTIRSE DESTINO DEL PROPIO VIAJE, RECREÁNDOSE EN EL SER VIAJERO.
ESTE DESEO DE QUE EL SUJETO NO DEJE CAER EN EL OLVIDO LAS DIFERENTES COORDENADAS ESPACIALES VA UNIDO A LA PASIÓN QUE DESBORDA AL VIAJERO EN SU IDENTIFICACIÓN CON EL OTRO, TAL VEZ SÓLO ASÍ NUESTRA IDENTIDAD SE COMPLETE, SÓLO ASÍ SE LLEVA A CABO EL VIAJE INTERIOR, COMO LEEMOS EN “INTROSPECCIÓN O CATARSIS”: “LA RAZÓN SINE QUA NON DEL VIAJERO / ES DESCUBRIRSE A SÍ MISMO A TRAVÉS / DE LA MIRADA DE OTRO”.
ADEMÁS DE POEMAS IMPARISÍLABOS, EN VERSÍCULOS, CONCENTRADOS EN IMÁGENES, ALMIBARADOS DE SE INTEGRAN VARIOS CONJUNTOS DE HAIKUS. SON DESTACADOS LOS DEDICADOS A ORIENTE, “INSTANTES DE JABAROVSK”, ASÍ: “LETRAS CIRÍLICAS: / LUCIÉRNAGAS DE NIEVE / QUE ARRASTRA EL VIENTO”. ADEMÁS DEL CONJUNTO MÁS EXTENSO DE HAIKUS, YA EN LA TERCERA SECCIÓN, QUE NOS ACERCAN AL VIAJE ÚLTIMO, LA MUERTE, ENTRE LOS QUE DESTACARÍA ESTE: “JUNCOS DOBLADOS / COMO CUERDAS DE UN ARPA. / CANTO DE RANAS”.
CONFORME SE VA ADENTRANDO EN LOS LUGARES, MÁS SE ILUMINAN LOS FILOS DE LAS ARISTAS EN LOS POEMAS QUE OCUPAN LA SEGUNDA Y TERCERA SECCIÓN. ENTRE CRÍTICAS AL USO BOBO DE LAS REDES SOCIALES O AL DESPARRAMAMIENTO MENTAL ANTE LAS IMÁGENES DE LA TELEVISIÓN, EL SUJETO SE REBELA, ENTENDIENDO QUE FORMA UNA PEQUEÑA PARTE DEL UNIVERSO, POR ELLO DEBE ALIMENTARSE EL ALMA, POR LO QUE CONCLUIRÁ ASÍ UNO DE SUS POEMAS: “UN ITINERARIO POR EL LENGUAJE / COMO ÚNICO REFUGIO”.
CON LOS TIEMPOS DE PANDEMIA COMO MOTIVO EL TONO DE LOS POEMAS SE RECRUDECERÁ, HACIÉNDOSE MÁS SARCÁSTICO, COMO SE COMPRUEBA EN “EL NO VIAJE”: “LA SALUD CONVERTIDA EN UN NUEVO PARAÍSO / QUE TODO EL MUNDO ANHELA. […] EL ESPÍRITU QUE NOS MUEVE ES AHORA UN VIRUS”. A PARTIR DE AHÍ HALLAMOS UNA SERIE DE POEMAS METALINGÜÍSTICOS Y METAPOÉTICOS (“FILOSOFÍA DEL VIAJERO”, “LA PISADA DEL ESPÍRITU” O “EL PASO O LA NADA”), DONDE LA IMPORTANCIA DE LA ESCRITURA, EL LENGUAJE Y LA LECTURA CONFORMAN EMOCIONES TAN DESBORDANTES COMO LA DE TRASLADARSE A OTRO LUGAR, ACASO SEA PORQUE LA IMAGINACIÓN SUPONE EL MEJOR MEDIO PARA TRANSPORTARNOS A LO MÁS PROFUNDO DEL VIAJE, AL INTERIOR DEL SER.
RESCATEMOS, PARA TERMINAR LA PROPUESTA DE LEER BRÚJULA VELETA, ALGUNOS VERSOS ESPIGADOS QUE EN NADA DESMERECEN DEL RESTO QUE LOS CONTIENEN: “ESO HACE EL CAMINANTE, / EMBALSAMAR LA VIDA EN EL LENGUAJE”; “LAS PALABRAS QUE MÁS ME MAGNETIZAN / VAN ESCRITAS CON NOMBRE DE CIUDAD”; “TODO LIBRO ES UN VIAJE O UNA CAMA”; “CUANDO UN POETA CALLA / EN LA ESTELA DEL SILENCIO QUE DEJA / EMPIEZA LA ESENCIA DEL POEMA”.
BRÚJULA VELETA, CUSTODIO TEJADA, ENTORNO GRÁFICO EDICIONES, ATARFE, GRANADA, 2023.
12.- En el BLOG LITERARIO DE PALOMA FERNÁNDEZ GOMÁ.
https://blogliterariopalomafernandezgoma.blogspot.com/?m=1
BRÚJULA VELETA POR PALOMA FERNÁNDEZ GOMÁ.
Brújula Veleta. Custodio Tejada. Entorno Gráfico Ediciones. Alarfe
(Granada) 2023. Por Paloma Fernández Gomá.
24 agosto 2024.
Brújula Veleta. Custodio Tejada. Entorno
Gráfico Ediciones. Alarfe (Granada) 2023.
Por Paloma Fernández Gomá
Brújula Veleta de Custodio Tejada es un
poemario que muestra el viaje, los viajes del poeta por distintos
lugares y enlaza las sensaciones como hilo conductor de una aventura de
los sentidos que dan lugar a bellos poemas cargados de contenido
geográfico – sensitivo.
El viaje de Custodio Tejada es por
distintos países y nuevas panorámicas, pero también, el poeta interioriza
sus viajes desde su yo interno y nos deja la secuencia de una realidad
experimentada, que nuestro autor nos muestra para que observemos y sintamos
aquello a lo que él pretende acercarnos: lugares remotos y
cercanos. Todo ello compone un panorama en la brújula de Custodio
Tejada, que orienta desde su poesía directa y bien construida en versos que
guardan un equilibrio perfecto en forma y fondo.
La poesía de nuestro autor nos
deja el reposo, el estilo y el mensaje de un poeta que sabe
transmitir sus valores a través de la poesía.
Cincuenta y seis poemas conforman el
libro de viajes tanto exteriores como interiores donde nuestro poeta llega a
hablarnos de Moscú, Casablanca, el puerto de la Mora, Praga, Japón,
Barcelona, La fontana de Trevi o Toledo, la ciudad de las tres
culturas. Quizá porque Custodio ve en la lejanía de lugares como Moscú y
en la proximidad del puerto de la Mora una conexión que
interioriza y acerca lo remoto con lo cercano. Pues el hombre es el mismo con
independencia del espacio donde viva. La universalidad está cercana y al
alcance del lector en este libro.
En la página 82 leemos: “El vacío
culmina en la plenitud/a través de las rectas y las curvas,/rotación y
traslación del deseo/ que Dios experimenta/ en la rosa veleta de los vientos/
de unos senos desnudos/y unas piernas sin medias.”
La comunicación actual rápida y
sin miramientos sintácticos origina el poema Guasap, donde leemos: “Me percibo
como un metadato/ en poder de los grandes estadistas/que sólo quieren
dominar el mundo/para ponerlo a nuestro servicio/ de clientes en potencia/ y
almas en pena./Sin guasap no soy nadie.”
Y es el extenso poema de tercetos no rimados , donde
nuestro poeta se acerca al estado de alarma del año 2020 y a la salud de
la mente y el cuerpo, para hablarnos de lo que supuso
el Covid y hasta dónde han podido llegar sus tentáculos.” Ocurre a
veces/que es justo lo contrario/ de los que vemos.”
“Ni la lectura/ siquiera salva al
hombre/ de sus instintos.”
Brújula veleta es un libro para leer
despacio, apreciando los valores humanos que se transmiten en cada uno de los
poemas para construir la aventura de leer e interpretar la poesía.
Paloma Fernández Gomá
13.- En GRANADACOSTA NACIONAL. BRÚJULA VELETA, de Custodio Tejada. Por Pura Fernández Segura. Noviembre 2024.
https://granadacostanacional.es/brujula-veleta-custodio-tejada/
BRÚJULA
VELETA. Custodio Tejada
Ed Entorno Gráfico
Colección: El Torno Gráfico. 2023
Pura Fernández Segura
“En la ciudad
del El Cairo,
en Egipto,
existe un cementerio
donde los
sepulcros sagrados de los difuntos
son casas
sencillas para los vivos”…
La última publicación
del escritor y poeta Custodio Tejada, responde al libro titulado Brújula Veleta. Poemario en la que el poeta
asume la figura del viajero solitario, del paseante o peregrino errante.
Custodio T. acomete este periplo al desgaire, sin otro empeño que el de atender
a la propia intuición creativa, alumbrando
versos de clamorosa vitalidad estética, las más de las veces bien
medidos, que dan al conjunto de la obra,
un ritmo armónico y acorde con su
deambular poético.
La
pared maestra sobre la que se asienta
Brújula Veleta es el viaje, ese lugar común o tópico de la
literatura por el que tantos poetas y
escritores han transitado. Custodio se adentra en este recorrido por los
diversos modos del mismo, desde el introspectivo, imaginario, pasando por el
propiamente físico, sin olvidar el viaje como metáfora de la existencia o la
creación poética. Tejada aborda esta empresa como anuncia el título del libro con
dos instrumentos–metáforas: la brújula y la veleta. La brújula será apoyo, orientación y norte
cardinal en una búsqueda que abarca el ámbito
personal y literario. La veleta, aquí símbolo antagónico, con la que el
autor quisiera afianzar y sustanciar su voz lírica. Afirmando su independencia y libertad en el sentir y expresar, a la manera y capricho con la que el viento
mueve el gallo en la veleta.
Un
poemario que plasma una crítica no
exenta de ironía con respecto al viaje tal
como se entiende en la sociedad
posmoderna. Custodio abomina de esos
rebaños de turistas inanes, obsesionados con acumular destinos y fotos pero que se muestran
insensibles a la contemplación, incapaces de hallazgo o desvelamiento y que pervierten
según el autor la esencia misma del
verdadero viaje. El autor se duele de un ser humano que ha perdido la capacidad
de asombro, propio de los viajeros antiguos, cuando arribaban a desconocidas puertos
o inéditas ciudades.
El
poeta echará mano del tópico,
experiencias, recuerdos así como de espacios referenciales, ciudades icónicas, entrelazando,
arte, pintura, el documental y el cine o monumentos emblemáticos para
resignificarlos en el tejido fecundo del lenguaje, cuyo resultado es
una obra imantada por el sentimiento, la emoción y la peculiaridad.
Y
es que en Brújula Veleta Custodio Tejada
muestra intuición, habilidad y oficio
otorgando a su obra la literariedad, atributo que distingue
una obra de arte de la que no lo es. Custodio juega con el lenguaje,
introduce espontaneidad y frescura con modos de expresión coloquial, provoca en
el lector algún sobresalto o perplejidad para acto seguido dar un quiebro en el verso,
que como golpe de viento despeja y esclarece el poema.
Brújula
Veleta es a mi entender una obra de amplio espectro, que principia en el orto
solar y nos lleva hasta el incendio del ocaso. Extremos donde confinan
felizmente el Custodio viajero y el Custodio poeta.
Ciudades,
calles, recuerdos, intertextualidad se entreveran en Brújula Veleta. Custodio Tejada no olvida
en su deambular, mostrar los “no lugares”, término acuñado por Marc Augé para
referirse a los espacios de tránsito, impersonales y sin vínculos de relación. El
metro, estaciones, redes virtuales, dan lugar a hermosos poemas atravesados por
la nostalgia y la melancolía, en los que las personas, ocultas en el anonimato vagan
perdidas sin otro vislumbre que el de su propia soledad. Versos que me han
evocado los cuadros de E. Hopper y el recuerdo de autores tan queridos como el mencionado R. Walser, J.K Huysmans,
Xavier de Maistre, J. Baldwin o Pessoa
entre otros.
Libro
en el que el poeta unas veces ejerce de “flaneur” o paseante sin otro objetivo o expectativa que el de dejarse
llevar por avenidas, calles, plazas, bares, abierto a las vicisitudes que salen
a su paso y que tan excepcionalmente reflejó R. Walser en el ” El paseo”. En otras ocasiones Custodio se aleja de esta figura baudelariana
y busca transmitir su particular visión y
acota los lugares, las ciudades concretas tantas veces evocadas,
aportando sus impresiones o reflexiones. Resonancias no ajenas a las imágenes
impresas en la memoria colectiva, a las
que el autor reviste con la novedad y la grata sensación de una brisa no esperada.
Los
versos de Custodio disponen a la
sorpresa y el descubrimiento al ofrecer
un pase gratuito por el mágico carrusel de la poesía de viaje. Con sus breves
paradas y altos, túneles y destellos, recodos,
ascensos y caídas. Poesía que es sacudida y acontecimiento, así como
aquella ola imprevista embiste y zahiere,
así sacude el sortilegio de la palabra en este libro, contagiando un temblor,
“un perder pie” que bucea en “el allende” y
huella la memoria.
Acostumbraba
Agustín de Hipona a leer en voz alta por creer que las palabras se comprenden
mejor al decirlas, de ahí su asombro ante San Ambrosio que leía en silencio,
sin pronunciarlas. El poemario de C. Tejada se disfruta de ambos modos. Silente
cuando el poeta se adentra en el viaje introspectivo, quizá con el deseo de
encontrarse consigo mismo y un cantar el verso cuando pasea o deambula por una
ciudad o por el salón de su casa.
Poesía de la
errancia que no evita colocar al lector ante el espejo incómodo de nuestras incertidumbres,
dudas y contradicciones. Poesía al fin concebida por quienes como Custodio poseen el
don de dar a los sentimientos y las emociones forma precisa y cabal sobre el
papel. Poemas que nos quedan adentro como un rumor, como resonando de otro
modo…
Viajar por puro
placer, viajar para entretener el tiempo y olvidar la derrota o esconder el
fracaso. Viajar y encontrar sorprendidos
a alguien muy parecido a nosotros. Abrazarlo y reconciliarnos con él y con el mundo.
Esta es la tentadora propuesta, que el poeta y
amigo Custodio Tejada nos brinda con Brújula Veleta.
¡No
se la pierdan!
Pura Fernández Segura
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